Una contadora de monedas es un equipo que ofrece numerosas ventajas. La mayoría de las empresas con alta fluidez de caja requieren un dispositivo que permita la contabilización y clasificación de monedas, separándolas por lotes y organizándolas para que el manejo de dinero en efectivo sea más fácil y rápido.
Contabilizar todas las monedas de forma sencilla
En la actualidad, el dispositivo más conocido para organizar y clasificar el dinero en efectivo es la contadora de billetes. Sin embargo, las contadoras de monedas son equipos imprescindibles para las tareas administrativas de cualquier pyme. Es un recurso de gran utilidad gracias a la agilidad que aporta a los procesos de recuento de monedas.
Este tipo de dispositivos fueron creados específicamente para facilitar cualquier trámite bancario, ya que el recuento de monedas es aún más laborioso que el de los billetes. Debido a esta necesidad, la contadora de monedas es una buena opción ya que permite reducir el tiempo dedicado a realizar el conteo y la clasificación del dinero en efectivo.
De sencillo e intuitivo funcionamiento, estos sistemas contabilizadores de monedas trabajan de forma automática y a una velocidad elevada. Además, pueden realizar diferentes tareas en cuestión de minutos. Aparte del conteo de monedas, también realiza clasificaciones de las mismas en grupos, adaptándose a las necesidades del usuario encargado de su manejo.
Evitar errores de conteo con una contadora de monedas
Esta es una de las principales ventajas de este dispositivo y por las que muchos usuarios lo utilizan, ya que evita las posibles consecuencias negativas que pudieran derivar de una incorrecta contabilización del capital.
La clasificación de monedas es un trabajo laborioso que forma parte de las principales funciones administrativas de una empresa. Es por ello que los operarios agradecen el uso de este tipo de maquinaria: facilita el trabajo de conteo y la organización del flujo de caja.
Contadora de moneda programable según las necesidades del usuario
La contadora de monedas cuenta con un mecanismo que, de forma autónoma, puede realizar tareas muy laboriosa y relativamente complejas, como son el cálculo y el tratamiento de monedas en grandes volúmenes.
Este tipo de máquinas, al ser multifuncionales, cuentan con diferentes programas de trabajo.
También son fácilmente programables por los propios operarios. Una de las funciones más utilizadas es la forma de ajustar la contadora según la cantidad de monedas a analizar, pudiéndolas agrupar en grupos de 50 o 60.
Por último, cabe destacar la rapidez con la que realizan la contabilización. Dependiendo del equipo, pueden llegar a contar hasta más de 2000 monedas por minuto.