Las discusiones sobre la tecnología de automatización de efectivo rara vez abordan su impacto en las personas que las usan. Los temas generalmente se centran en el aumento de la eficiencia, el ahorro de costos y el ROI del reciclaje de efectivo. Pero ¿Qué pasa con las personas involucradas?
Los recicladores de efectivo afectan casi todos los procesos de efectivo en la sucursal. Entonces, ¿de qué manera un cambio tan amplio afecta al personal del banco?
Bajo presión
Los cajeros están bajo mucha presión para procesar las transacciones de manera rápida y precisa. Y cada vez más, también se espera que vendan otros productos y servicios. Este tipo de presión puede crear niveles de estrés significativos que las personas no desean o no pueden manejar.
Los recicladores de efectivo alivian parte de esa presión al lograr una hazaña rara: aumentar la velocidad y precisión de las transacciones. Al automatizar tareas manuales como clasificar, contar y validar billetes, los recicladores eliminan virtualmente el error humano en estas actividades.
Cuadre de cajas
Los cajeros se esfuerzan por mantener sus cajas equilibradas y dentro de los límites. Es un proceso que se repite 5 o más veces por día para cada cajero en una sucursal promedio. Y cada transacción es una oportunidad de error.
Pocas actividades son más importantes ya que demasiados errores de balance pueden costar a los cajeros sus trabajos. Pero los recicladores de efectivo cambian el juego. Los cajeros pueden ayudar a los clientes hasta el último minuto, luego balancear rápidamente su máquina, firmar y salir a los pocos minutos de la hora de cierre. Dándoles más tiempo para las otras cosas importantes en la vida.
Socio de confianza
Las apuestas son altas, por lo que confiar en una máquina para manejar parte del trabajo no es fácil para muchos cajeros. Pero no toma mucho tiempo para que un reciclador se convierta en un socio confiable. Los propios cajeros lo confirman.
Conexiones duraderas
La atención de un cajero realmente cambia del efectivo al cliente. En un entorno manual, contar y validar efectivo no permite a los cajeros mantener el contacto visual y dificulta tener conversaciones reales.
Contrasta esto con una transacción automatizada del reciclador donde el cajero coloca los billetes en el reciclador y mientras este realiza el conteo, el cajero tiene la oportunidad de conversar y conectarse con los clientes.
Sensación de seguridad
Los cajeros también reportan un mayor sentido de seguridad en su entorno de trabajo físico y en sus trabajos. Muchos cajeros se enorgullecen de su excelente velocidad de manejo de efectivo y sus habilidades, por lo que automatizar esos procesos puede ser inquietante. Pueden resistir el cambio de hábitos y rutinas cómodas, pero la mayoría reconocerá las nuevas oportunidades.